Ir al contenido principal

Entradas

Destacados

Está usted en su casa

Me despido del Lomit's con una extraña sensación de ilusión, pena y excitación. Seguramente sin ser consciente hasta este mismo instante en que lo pienso, de que probablemente nunca volveré, y si vuelvo no será lo mismo. Me despido de Arturo, de Julio Luna, y sobre todo me despido de José, el garzón que tantas noches me ha acompañado, serio, conversador, trabajador, culto y de gran corazón. Quise acabar como empecé, y pedí reineta a la plancha y ensalada chilena. El jugo tuvo que ser de papaya, hace muchas lunas que en Lomit's no hay chirimoya. Echaré de menos, pero queda en la memoria, la mítica barra de madera del local, siempre con el maestro haciendo sánguches a la vista y todos los garzones revoloteando ajetreados. Los locales con sus pisco sour, las conversaciones con propios y extraños, el pan de molde tostado y el platito de ají verde y mayonesa. En la última noche, José se afanaba en contarme todas las historias que podía, interrumpiéndose incluso en algunas porqu

Entradas más recientes

El moreno de Charlton Heston

Disparos sin control

Ingeniero o escritor

Contraste

Perspectiva

Everydayness

Historias de un regreso anunciado

Viento y pájaros

El guardián entre el Carmenère

Fugaces escondidos momentos de vida